La villa serrana respeta la ubicación  que en parte ideo  Julio Vilamajó, en 1945, para un grupo de empresarios que deseaba construir un lugar de descanso. #Uruguaypordentro

La idea original fue mantener el protagonismo del paisaje.

Como muestra de intereses empresariales está el parador del penitente, obra de los arquitectos Gualano.

El paisaje de las sierras, las ´´cimas´´ que no llegan a 400 m se ven jaspeadas por el verde y el gris de diversas  afloraciones rocosas.

Abundan flacos cursos de agua, confluyen en el Valle central ´´de la Alegría´´ donde se formó un lago artificial .Hay otros ´laguitos´ naturales muy frecuentados, están bien señalizados.

Las dos construcciones más emblemáticas (el Ventorrillo y el Mesón) fueron levantadas con materiales y técnicas locales.

El Ventorrillo

El Mesón

Una vuelta por el Salto del penitente

Sobre ruta 8, km 124.500, deberán hacer 10 kilómetros para llegar al Salto del Penitente.

Este camino es muy agradable, con piedras, y espinillos que exigen tener buenos neumáticos, impecables frenos, o excelentes músculos.

Al llegar encontraremos un Salto de agua que cae del Cerro del Penitente por más de 60 metros.

La cascada termina en una piscina natural de piedra donde pueden bañarse.

Es un paseo muy completo, porque allí  se puede practicar escalada, cabalgata, paseos en tirolesa y rappel.

El parador está abierto todo el año, con vista al Valle y sus responsables son los mismos del campamento del penitente, ofrecen buena comida, alquiler de caballos y paseos por las zonas con vista a otros saltos de agua.

Algunos paseos alternativos de lugar pueden ser, la Piedra del Calagualero a la cual se llega  atravesando un microambiente subtropical: es una afloración rocosa, rodeada de agua pura, fría, como en toda la Villa.

También podemos visitar La Olla, al oeste de Cerro Guazubirá, esta es una piscina natural y circular en las rocas, sobre el arroyo de los Chanchos.

Sin dudas un lugar de ensueño, digno de conocer.

Imágenes cortesía de:saltodelpenitente.com