Uruguay por dentro.

Amigos ¿cómo están? ¿Cómo les lleva la vida frenética de este mundo globalizado y vertiginoso?

¿Verdad que todos necesitamos descanso, de nuestro agitado diario vivir?

Así como en otras regiones del planeta han  buscado el contacto directo con la naturaleza, con los paisajes agrestes, casi inexplorados, donde la fauna, y la flora, en perfecta armonía, constituyen ecosistemas aún casi intactos, aquí cada vez más la gente busca lo mismo.

Esto determina que los amantes de estos territorios, donde la naturaleza es protagonista, prefieran la vida al aire libre. El disfrute del silencio y la actividad física pasan a ser el alivio al frenesí de la vida diaria, acompañado de largas caminatas y donde el trekking, el rafting para los más aventurados son el desafío, siendo este también gran parte del encanto.

En estos contextos amigos, en nuestro país también los paisajes que hasta hace poco solo exploraban los estudiosos e investigadores, hoy pasaron a ser lugares de particular atención para todo público.

Nuestro territorio, predominantemente de relieve bajo, hace que desde siempre las áreas serranas hayan constituido focos de atención.

La sierra de las Ánimas, entre otras, con su cerro, considerado hasta hace algún tiempo el Mirador Nacional, pero recientemente el cerro Catedral (513.) le ha quitado ese privilegio.

Cerro de las Animas

La zona donde se encuentran las sierras de las Ánimas y los Pozos Azules, es al SE del país, en el departamento de Maldonado. Se accede a ellos por la ruta 9, a la altura del Km. 93/94.

 Plano esquemático de la zona donde se encuentran los Pozos Azules.

Esta encierra en su recorrido paisajes insospechados por su variedad, singularidad y belleza. Desde el ascenso en la sierra, hasta el descenso en quebradas frondosas recorridas por arroyos  y cañadas, una de las cuales, la Colorada, forma los llamados Pozos Azules.

Bueno amigos ¿qué les parece si empezamos el ascenso al Cerro de las Animas?

Primero revisemos si están bien equipados, no olviden el AGUA por favor, y debe ser suficiente, es importante estar hidratados mientras caminamos.

SOMBRERO, LENTES DE SOL, BLOQUEADOR SOLAR, REPELENTE, SNACKS, BOLSA PARA TRAERNOS LOS DESECHOS, CALZADO Y ROPA CÓMODA, TOALLA.

Se parte de la ruta 9, Km. 93. Es un paseo de día entero, ideal para otoño y primavera. Se recomienda que no sea en días lluviosos o inmediatamente después de ellos.

Claro que tenemos que tener en cuenta las condiciones del tiempo para el día elegido para la caminata.

Después de traspasar una portera se recorren 400 mts. Llegando a un puesto de información: Centro de Visitantes, que  incluye medidas de preservación y control de flujo de visitantes.

Un viaje a los Pozos Azules Uruguay por dentro.

El camino comienza con una subida bien delimitada en un espacio abierto que poco a poco se va adentrando en la sierra. La corta la cañada de la Barra del Ombú. Luego el monte nativo y suelo pedregoso, entonces amigos allí, llene de aire puro sus pulmones…….. ¿ ya pueden sentir el aire más húmedo y fresco? Entonces ya empieza a hacer mella en nosotros, la cura que brinda a nuestro físico y mente, el aire puro y fresco junto con los tonos de verde y los grises de las piedras que llenan nuestro paisaje. Ahora deténganse por un momento, shshshshshshsh escuchen…… sienten el canto de los pájaros que vuelan cerca, él Sabía, Zorzal, etc.

Después de un rato de recuperar fuerzas, se inicia el descenso a los Pozos Azules. El descenso toma una hora aproximadamente, aunque hay un sendero marcado, el ruido del agua y la vista de la vegetación tupida son la mejor guía. Poco después aparece ante nosotros una espectacular quebrada, cubierta por monte indígena a la que se le mezcla alguna Palmera Pindo, entonces ante nuestros ojos, la cañada Colorada, perteneciente a la cuenca del arroyo Pan de Azúcar.

Un viaje a los Pozos Azules.

Entonces unos metros más, y allí se encuentran los pozos, estos son formaciones de la cañada, piscinas naturales de frescas y límpidas aguas. Pequeñas lagunas de diferentes tamaños y profundidad, comunicadas entre sí. El llegar allí y contemplar el color azul del reflejo del cielo, oscurecido por el entorno de la  frondosa vegetación, es el premio al el esfuerzo realizado.

Bueno amigos ahora, antes de emprender el regreso se tiene que descansar un poco, y disfrutar de este hermoso paisaje que quedará en nuestras retinas para siempre.

Imágenes cortesía de:  taringa.net  dronestagr.am