Amigos Cerro Largo es uno de nuestros ambientes rurales del Norte, y se nutre de elementos brasileños, ingresados a través de la historia, de la economía, y de la extensa y permeable frontera seca, un eje para ambos pueblos.

Su influencia se aprecia más nítidamente en los departamentos fronterizos con el estado brasileño de Río Grande do Sul, como en Cerro largo.

Se revela en los nombres de sus parajes y puntos referenciales que suelen homenajear personalidades históricas de la nobleza brasileña. La capital del departamento- Melo- evoca al Virrey Pedro de Melo.

 La segunda ciudad del departamento es Río Branco, nombre de un ministro de relaciones exteriores brasileños, Barón de Río Branco.

El puente sobre Yaguarón se denomina Mauá, como un destacado empresario y barón brasileño de la segunda mitad del siglo XIX.

Estas son algunas novedades históricas del departamento, pero al  visitarlo aprecian que hay mucho más para aprender de este lugar y para recorrer.

Es uno de los departamentos con mayor superficie, con 13.648 kilómetros cuadrados, y más de 150 kilómetros de frontera con Brasil.

Su población llegaba en el año 2004 a 86 mil personas.

Debe su nombre a la cadena de elevaciones eslabonadas de la Cuchilla Grande que lo atraviesan.

Los nativos de esta región se denominan  “Arachanes”, con escasa precisión puesto que dicha tribu indígena nunca habitó por estos lares.

Río Yaguarón en Cerro Largo

 Delinea la frontera prolongada y desagua al sureste del departamento en la laguna merín.

El nombre yaguarón el portugués era por los jaguares que existían en la zona.

La Laguna Merín allí se encuentra el Balneario del mismo nombre, de extensas playas de arena blanca que bordea la enorme laguna de agua dulce, en el que los lugareños buscan alivio del calor del verano.

El balneario cuenta con buenas cabañas para alquilar e instalaciones de servicios turísticos.

Puente Mauá sobre el Rio Yaguarón

 Cerro Largo presenta variados paisajes.

Surcando por numerosas serranía que lo atraviesan en todas direcciones, tiene sin embargo, vastas áreas de planicie aptas para la ganadería y la agricultura en particular el cultivo de arroz, donde se destaca una alta participación de pujantes chacareros brasileños.

Como los demás norteños, pero tal vez más que nadie, los arachanes cultivan valores de la tradición gauchesca y de su épica historia.

El gaucho, errante sin ataduras  sigue existiendo en los paisanos. Auto-suficiente y austero,  donde quiera hace un alto, con un fuego pequeño asa un costillar de oveja- alimento básico del hombre de campo-, toma unos mates y prosigue la marcha.

El gaucho asando su costillar de oveja.